miércoles, 18 de noviembre de 2015

LA SAUCEDA-PICO DEL ALJIBE-LAGUNA DEL MORAL (CORTES DE LA FRONTERA) (15 NOV 2015)

Sendero circular que saliendo desde el Área Recreativa de La Sauceda, y a través de las Gargantas de Pasadallana y del Moro, nos llevará al pico del Aljibe (1092 mts), retornando a través de esta última y ya el resto del recorrido, por una pista forestal nos devolverá al punto de salida no sin antes hacer una parada en la Laguna del Moral, cuyo entorno está catalogado como "arboleda singular de Andalucía".
Por el trayecto podremos ver centenerarios quejigos y alcornoques, algunos de cuáles también están en el catálogo y sobre todo el espectacular rododendro (Rhododendrum ponticum baeticum) y otras especies tam emblemáticas como el majuelo (Espino albar), o las incomparables orquídeas silvestres.

Para este sendero se requiere permiso de la oficina del Parque Natural de Los Alcornocales.

Distancia: 14,32 kilómetros.
Tiempo: 7 horas 19 minutos.
Dificultad: Moderada alta.
Dejamos el coche en: 36º31.776'N - 5º35.200'W

El punto de partida es la entrada al Núcleo Recreativo Ambiental La Sauceda, ubicada entre los términos municipales de Alcalá de los Gazules y Cortes de la Frontera, en la carretera de Puerto Galis (C-3331).
Frente a dicha entrada hay varias explanadas con numerosas plazas de aparcamiento.

Dicha área está muy bien acondicionada y cuenta con diferentes carteles informativos y este curioso reloj de sol.

El primer tramo está muy bien marcado ya que conduce al poblado de La Sauceda, hoy día convertido en un núcleo de cabañas dedicadas al turismo rural.

Aunque vadearemos varias correntías estacionales, la mayor parte del trayecto de subida lo haremos casi paralelos al arroyo de Pasadallana, con muy poca agua debido a las escasas lluvias desde antes del verano.

Un puente metálico a nuestra derecha nos invitará a pasar pero no es el camino que queremos hacer, lo dejaremos a nuestra derecha y continuaremos pegados a la alambrada hasta una puerta que encontraremos pocos metros después de la curva.

Como podemos ver, el cauce está casi seco aunque por otra parte nos evitará tenernos que mojar en algunas de las zonas de vadeo.

La senda bien marcada nos llevará a un puente por el cruzaremos al otro lado del arroyo.

Unas curiosas banderitas metálicas a modo de hitos marcan el itinerario.

Este sendero sin dudas es un compendio de todo lo que podemos encontrar en el parque natural de Los Alcornocales, zonas umbrías, húmedas, diversidad vegetal y el canuto, ecosistema de mayor importancia en el mismo.

El puente que os comentaba.

En el camino encontraremos varias piedras de moler, probablemente pertenecientes al molino harinero del Mondo que pronto veremos.

Esto parece la selva asiática, diferentes especímenes vegetales, entre los que destaca la hiedra, la zarza, jaras, brezos o majuelos y diferentes musgos y líquenes tapizan lo que otrora fue fuente de riqueza y bienestar.

La naturaleza comiéndose la obra humana. WP MOLINO.

El sistema a pesar de su sencillez no dejaba de ser ingenioso. El agua desviada del cauce era dirigida a una especie de acequia (cao) desde dónde se canalizaba a un cubo cilíndrico a modo de depósito con una abertura en su parte inferior.

El cao apenas visible por la abundante vegetación. Al llenarse dicho depósito y por presión hacía mover las palas de madera (rodezno) y con ellas, las piedras de moler.

Rápidamente llegaremos a las cabañas del núcleo rural.  Seguimos paralelos al arroyo y pasaremos por detras de esas cabañas, da igual izquierda o derecha, el sendero continúa a sus espaldas.





















Una fuente tan bonita como moderna para uso de los inquilinos.

Un nuevo puente nos vuelve a llevar a la otra margen del arroyo de Pasadallana.

Un cartel informativo nos indica el camino, vamos hacia el sendero denominado de La Sauceda.

Llegamos a la explanada principal del antiguo poblado dónde una altiva espadaña parece desafiar el terminar en el olvido, los restos de la ermita desafían la gravedad y el paso del tiempo, o alguien lo soluciona o esta imagen pronto será historia.


Contra lo que pudiera parecer, el interior está perfectamente limpio y despejado de restos.

Este lugar nos transporta a otros tiempos de bandoleros y salteadores de caminos que encontraron en este lugar de difícil acceso un refugio dónde sentirse seguros.

Según fuentes oficiales, después de la Guerra de las Alpujarras y en referencia a la Sauceda se dice que adquirió mala fama ya que bandoleros o vaqueros que vivían como gente que no habían de morir, sujetos a todos los vicios, rapiñas, homicidios, juegos, robos, insultos y libertades.
Tal renombre tuvo en la antiguedad que incluso fue citada por el propio Cervantes en su "Coloquio de los Perros". (Fuente: http:/biocosmedellin.es)

Volvemos a la realidad actual. En el centro encontramos un horno de pan restaurado, aunque me sorprende ver un horno con tejas.

Siguiendo la dirección que nos indicaba el cartel, llegamos a esta angarilla que puede pasarse de la forma tradicional o usar un paso abierto en su lateral izquierdo, tras ella conectamos con una pista forestal, a la derecha vamos para la Laguna del Moral, a la izquierda al pico del Aljibe, que es lo que nos interesa ahora.

Alcornocales en su estado más puro, sorprende el contraste que provocan los helechos secos del año pasado con los verdes y recién brotados de este año,


Esta zona está balizada, directos a la Garganta del Moro.


También encontraremos grandes bloques de arenisca escoltando el camino.

Al fin un pequeño salto de agua, sin dudas esta no es la época más apropiada para visitar este entorno, pero algo es algo.

En el momento adecuado por esta pared se forma una espectacular cascada, hoy nada de nada.

Aunque escasas, algunas flechas nos van indicando el camino, en este caso por el cauce de una correntía estacional.
 
Desde un principio podremos disfrutar de una planta única en su genero y muy escasa, pero que en este parque abunda por doquier, se trata del endemismo Rhododendrum ponticum baeticum, más conocido como Ojaranzo, cuya maravillosa floración en la primavera hará las delicias de todos. En estas fechas aún no ha florecido así que pongo una imagen de mi archivo. 
Sus hojas contienen alcaloides venenosos para el ganado por lo que también recibe el sobrenombre de "revientamulas".

Uno de los grandes atractivos de este sendero son los centenarios quejigos y alcornoques que podremos ver, algunos incluidos en el catalógo andaluz de árboles singulares y sin dudas, además de singulares son espectaculares.

Un nuevo vadeo, como dije al principio con más agua fijo nos mojamos los pies.

Esta vereda finaliza en un depósito de agua (WP DEPÓSITO DE AGUA) tras el que está una pista forestal que será nuestro camino hacia la Laguna del Moral. En el otro sentido nos llevaría nuevamente a La Sauceda.

Pillamos la pista a la derecha.

Y rápidamente encontraremos una ¿vereda? con fuerte inclinación y un cartel que nos indica que si queremos llegar al pico del Aljibe, nos atemos fuerte los cordones.

Caminamos por la Garganta del Moro, lugar más umbrío y húmedo si cabe que todo lo anterior y dónde el barro será nuestro compañero inseparable.

Nuevo alcornoque de sinuosas formas.

La selva gaditana.

La alta humedad ambiente hace que este lugar sea un paraiso para los recolectores de setas, de los que vimos varios grupos, hablando con uno de ellos y viendo mi interés y desconocimiento en el mundo de la micología me dió un tutorial de lo que llevaba en el canasto, sabrosas setas comestibles de muy buen porte, raudo empecé a mirar a ver si era capaz de ver alguna, y esto fue lo que encontré:

Una Amanita muscaria, tóxica.

Y una Lepiota creo que josserandii, también tóxica. O no supe ver las comestibles o como es previsible, el camino ya había sido visitado por algún aficionado. Bueno, sea como fuere y como no pienso recolectarlas pues para la foto da igual que se coman o no. Bonitas son un montón.

Por este tramo hay que andar con cuidado, el barro embota la bota (valga la redundancia) y podemos darnos un resbalón que a estas lejanías puede suponer todo un inconveniente.

Aún no han caido las hojas de esta temporada, las del suelo son las del año anterior, pero el lugar a romántico ojeroso no le gana ninguno.

Otro arbolaco-funda-disfraz. Puedes meterte dentro y sacar la cabeza por el hueco superior y hacerte una foto pero seguro que que la sacas llena de arañas, quién avisa no es traidor.

Este lugar nos dará el primer respiro desde que dejamos la pista. Una pequeña y despejada explanada nos sirve para tomar aire. WP EXPLANADA.

Y las primeras vistas, aunque viendo como se está poniendo el viento creo que esta vez tampoco podremos disfrutar de las panorámicas desde lo alto del Aljibe, debe haber alguna maldición ya que pillar un día despejado parece más que difícil.

Se acabó la Garganta del Moro y la pendiente se suaviza, por contra empezamos a notar un aire fresco que sin dudas apretará en la cima. Un cartel nos indica el camino, giraremos a la izquierda.

Entramos en un terreno de herriza y totalmente desprovisto de arbolado, ya conocemos el sitio así que estamos cerca de la planicie, porque más que cumbre es planicie.Los brezos que son los más tempraneros en florecer empiezan a cuajar sus llemas de flor.

Aquella piedra del fondo esconde la Pilita de la Reina, como la historia ha sido mil veces repetida solo añadir que me cuesta trabajo pensar que una reina subiese ahí a lavarse, si yo fuera rey subiría un mayordomo en busca del agua o algún pelota de esos que siempre pululan alrededor. ;) , así que lo dejaremos en tumba antropomorfa sin más uso.

El camino de la derecha nos conecta con el sendero que lleva al Picacho, nosotros a la izquierda (para no variar).

Allí está.

Al no vértice geodésico se accede a través de una cómoda escalera.

 
Vértice geodésico (lo que queda), no es que haya tirado de creatividad fotográfica, es que el viento y el frio nos dejó descoloridos. Impresionante el pelete que hacía cuándo unos metros más abajo sobraba la manga corta.

Una rápida visita al mirador y "pa" bajo.

Nuevamente se frustan mis deseos de hacer tomas panorámicas.

Un mini video que ver como corrían las nubes aunque no se aprecia bien y mejor oír como sonaba el viento.

En lontananza el inconfundible pico del Montero con su estación de vigilancia.


A la derecha la pista forestal que discurre paralela a la Garganta de Puerto Oscuro y camino alternativo al  área recreativa del Picacho.

 Viendo el frío entiendo porqué los únicos árboles existentes están escuálidos y todos "arrejuntados".

Tirando de imaginación, intuimos zonas conocidas, las Sierras del Pinar, Cumbres y Endrinal.

Por el fondo, tal vez la Sierra de las Nieves.

Un enorme quejigo muerto corta el camino, se rodea por la izquierda. WP ARBOL CAÍDO.

Todo un espectáculo de color.

Más árboles inmensos.

 Nueva correntía, esta vez con algo de agua.

La bajada se ha hecho menos penosa de lo que pensábamos, el barro no ha sido un incordio del todo. Nuevamente accedemos a la pista (que ya no dejaremos hasta el final) pero circulamos a nuestra izquierda. Estamos un carril de cicloturismo dónde el peatón tiene preferencia.

Esta zona de pista es algo tediosa y larga, los restos de un cortijo dan un toque de variedad. Viendo sobre mapa podríamos evitar tanto camino tirando por la Garganta del Moral hacia abajo y aparecer cerca de la laguna, pero una vez llegados al sitio nos parece que la pendiende y la falta de una senda puede complicarnos la vida en la zona más abrupta, así que optamos por seguir con lo previsto, hoy no vamos sobrados de fuerza y como dice mi padre: "No hay atajo sin trabajo", no obstante, debo investigar este camino.

Este sería el lugar de conexión. WP RUINA.

Este cartel que indica el camino para la laguna lo veremos de espalda, venimos de dónde la flecha.

La laguna está a unos 120 metros de distancia de la pista forestal, para no ser menos, también anda muy escasa de agua.

Es una laguna endorreica, ya que sólo se alimenta del agua de lluvia, sin que ningún arroyo ni fuente vierta agua en ella.

Aún así, es bonita con ganas. La arboleda del entorno también está catalogada como "arboleda singular de Andalucía".  Hemos aguantado un poco el hambre para comer aquí, mereció la pena.

Comidos y descansados retomamos el camino, varias puertas (todas abiertas) nos saldrán al paso.

Poco a poco empiezamos a oir el ruido de coches, ya estamos cerca del final, así que ya estamos pensando dónde iremos la semana que viene, estamos reventados pero las suelas de nuestras botas aún tienen agarre para rato.

Podéis descargaros el track clicando en la siguiente imagen:
 
Y ya sabéis, búscanos donde haya un sendero, una montaña, un árbol, donde un humilde musgo espere paciente el deshielo, búscanos donde el buitre leonado se siente invencible o donde la pequeña Langeii desparrame su perfume, búscanos y si nos encuentras, será un placer saludaros.

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